La infancia y juventud trans existe porque resiste. Resistimos. Resistimos a la patologización, la invisibilización y la ignorancia de los gobiernos, las instituciones y las falsas eminencias. Resistimos al sistema que excluye y limita las identidades. Al discurso médico cisexista y patologizante, a la presunción de cisexualidad. A la asignación precipitada de la identidad y sus consecuencias. A un sistema educativo excluyente, dogmático que permanece hermético ante la realidad trans. A leyes tránsfobas, patologizantes y excluyentes que bloquean derechos fundamentales. A quienes utilizan falsos estudios y esgrimen sus titulaciones para ocultarnos, negarnos e invisibilizarnos. Y existimos. ¡Vaya si existimos! Somos la niña que entra con la cabeza bien alta a la consulta de su pediatra aunque la nombren en masculino. Somos el compañero de deporte de tu hijo, ese que cruzó la meta entre las 3 primeras personas ante los ojos asombrados del resto de participantes. Somos esa persona de…

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