Agresión transfoba en la discoteca Copérnico de Madrid

Agresión transfoba en la discoteca Copérnico de Madrid

La madrugada del pasado sábado 14 (que además era el día de la visibilidad no binaria) al domingo sufrí una agresión tránsfoba, verbal y física, por el controlador de acceso de una discoteca de Madrid.
Todo empezó cuando al intentar entrar al igual que el resto de mis amigues a la discoteca fui a pagar, descubrimos que tiene precios sexistas y se me obliga a pagar como hombre y yo explico que soy una persona trans no binaria, no un hombre y que por tanto no voy a pagar como un hombre (luego encima hay que leer por ahí que lo hago para aprovecharme de los precios, como si no lleve años identificándome como trans o como si las agresiones y acabar en el hospital con lesiones me compensasen unos euros, pero en fin…). El controlador de acceso me niega la entrada si no reconozco que soy un hombre, negando mi identidad y tratándome en masculino de manera cada vez más agresiva pese a que yo insisto en que no lo haga, que NO SOY UN HOMBRE (como me ampara la ley, por cierto, dado que lo que importa es la identidad), ante lo que pido una hoja de reclamaciones (a la que también tengo derecho). Yo llevaba una expresión de género muy andrógina, con mucho maquillaje, incluyendo sombras de ojos con purpurina o esmalte de uña entre otros, con ropa “unisex”.
Dice que me dará la hoja pero que me va a tratar “como le salga de la polla” y lindezas similares. Entonces me giro para ver si mis amigas (porque sí, hay muches testigues) quieren poner hojas de reclamaciones también. Dicen que sí y pedimos 4, a lo que empieza a aumentar su nivel de violencia, echándose ya hacia mí. Sigue negando mi identidad con expresiones tránsfobas mientras se echa hacia mí, ante lo que saco mi teléfono y empiezo a grabar ante el miedo (mis manos temblaban al sacarlo, para que os hagáis una idea del miedo) de una agresión física que pudiese venir y con la idea de denunciar los insultos y abusos verbales. Vuelve a gritarme que va a hablarme como le “salga de la polla”, manteniendo la actitud tránsfoba, negar mi identidad y las agresiones verbales hasta que empieza la agresión física. Por cierto, las hojas de reclamaciones nunca nos las dan. Yo lo único que hago es pedir las hojas e insistir en que no me trate en masculino ni con transfobia.
Entonces empieza el momento de más pánico, me coge por el cuello desde atrás y me hace una llave de asfixia. Yo no puedo respirar y entro en pánico, me levanta, me desplaza varios metros e intenta tirarme al suelo. Por suerte entre varies amigues le paran y consiguen que me suelte, si no no sé hasta cuándo hubiese estado asfixiándome y si en vez de sumarme a la lista de supervivientes de agresiones tránsfobas me habría sumado a la de víctimas mortales, pues cuando consiguen que me suelte ya estaba mareade y viendo borroso. Entro en un ataque de ansiedad muy grande con el que termino en urgencias. En lo que esperamos a la policía él nos sigue en las mismas líneas diciendo que si llamamos nos denuncia (quién sabe por qué) y sigue con su transfobia y en masculino, resarciéndose en la agresión pese a que estoy temblando, hiperventilando y con un ataque de ansiedad de libro, aumentando las lesiones del mismo. Terminé en el hospital en tratamiento de urgencias del ataque de ansiedad.
Hay informes médicos de lesiones, varies testigues y un vídeo, para todes eses que siempre nos ponen en duda a las víctimas/supervivientes del cisheteropatriarcado.
Ya he emprendido los procedimientos legales de delitos de odio, por negarme la entrada por ser trans (dado que negaron mi identidad) y por golpearme y maltratarme por ello, obviamente aún pendiente de resolución judicial, yo narro lo que presento en estas acciones. Con esto pretendo visibilizar lo ocurrido para que no vuelva a pasar y para que se sepa que las personas trans hay lugares donde no somos bienvenidas y nos exponemos a estos niveles de violencia.
Entre las lesiones, ahora mismo estoy con parestesias por los daños en estructuras nerviosas, dolor en las zonas de la agresión y mucha sintomatología de ansiedad que prefiero no listar aquí, pero de la que destaco la agorafobia, el miedo, el estrés postraumático y que soy incapaz de momento de salir a la calle con la expresión de género andrógina que suelo llevar, por miedo.
LAS PERSONAS TRANS NO BINARIAS EXISTIMOS. Y esta es la realidad de ser trans. Nos agreden a diario, aunque esta es la primera vez que a mí me ha tocado físicamente. Tenemos que visibilizar esta situación y es necesario que se actúe desde los niveles institucionales hasta los grupos de activismo o el nivel personal para que esto no vuelva a pasar. Reconocer legalmente los géneros no binarios y hacer que este tipo de locales no tengan precios sexistas o controladores en la puerta que reaccionan con esta transfobia, porque mi identidad de género LA DIGO YO, no ningún portero de discoteca, y mucho menos me asfixian por defender mi identidad.
Gracias por el apoyo que estoy recibiendo, estoy sintiendo que de verdad si nos tocan a une, nos tocan a todes. La transfobia no nos callará, seguiremos luchando.

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